‘Lo quiero, lo tengo’
La Grande sabe lo que quiere y eso no se aplica sólo a sus letras.
Desde el dramático ataque en Macchester después de su actuación en mayo de 2018, la estrella del pop ha exigido los más altos estándares de seguridad posibles en cada lugar donde actúa. Aunque su decisión es muy comprensible, aun así provocó cierto caos por parte de los locales, que de repente tuvieron que tomar nuevas medidas.
Cuando el estándar no es suficiente
Ya nadie se sorprende con un control de seguridad al llegar a un evento: exponer su bolso, su chaqueta y, preferiblemente, su alma, a los agentes de seguridad es casi algo común hoy en día.
Sin embargo, Ariana fue unos pasos más allá del control normal al no permitir el paso de ninguna bolsa, a menos que fuera pequeña y completamente transparente. Debido a que las taquillas para guardar los objetos más grandes estaban situadas detrás del control de seguridad de la entrada, el Sportpaleis se encontró en una situación desesperada debido a esta medida.
Seguridad asegurada
La organización avisó con antelación a los fans y la propia artista también se anticipó lanzando una colección de bolsos completamente transparentes, que se venderían en la entrada. A pesar de las numerosas advertencias, la organización sabía que debían tomarse medidas adicionales para evitar montañas de productos prohibidos y fans enfadados.
Necesitaban taquillas, muy concretamente: de gran capacidad, en el exterior, antes del primer control de seguridad, para una sola noche y de gran calidad.
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Instalamos 6 contenedores de 10 pies, con un total de 1728 lockers y 6 terminales de pago para garantizar un rápido flujo de compras. Las unidades fueron colocadas para la primera búsqueda, lo que permitió a las personas almacenar sus artículos prohibidos de manera oportuna y facilitó significativamente el trabajo de los azafatos. Como la gente guardó todo en el momento oportuno, el flujo de acceso fue más fluido.
Aunque la mayoría de los asistentes al concierto conocían bien las medidas, un gran número se mostró muy agradecido de poder guardar sus pertenencias de forma segura en las taquillas.
Ya no es posible volver
Es evidente que se ha sentado un precedente en materia de medidas de seguridad en las salas de conciertos: el nivel ha aumentado. Según Peter Dobbels, asesor de seguridad del Sportpaleis, las cosas no empeorarán a partir de ahora: “Era la primera vez que teníamos que aplicar normas de seguridad tan estrictas para un artista. Sin embargo, la experiencia nos dice que la mayoría de los artistas utilizan el método de copiar y pegar en términos de política de seguridad: lo que una persona tiene será solicitado más a menudo por los demás en el futuro. Por lo tanto, esperamos que esta no sea la última vez que organicemos nuestra supervisión de flujo y seguridad de esta manera”.
